lunes, 27 de agosto de 2018

Análisis: “Recursos Humanos” de Laurent Cantet


¿Qué dice la película de los sindicatos?
Principalmente, la película muestra a los sindicatos como una “traba” en las negociaciones, lo que amplía la brecha entre obreros y empleadores, de forma violenta y agresiva. Esto último se caracteriza a través del personaje de la representante sindical. Cuando Frank (pasante en entrenamiento en recursos humanos) presencia una reunión entre la dirección y el sindicato acerca de las 35 horas de trabajo, el patrón en la discusión destaca que una de las representantes sindicales retrasa las negociaciones. 
En  otra escena, cuando están afuera hablando entre los obreros, ellos mismos (los trabajadores) ven a su propia representante como una molestia. 

El sindicato, en general, se representa como un freno, una barrera que los empleadores tienen que pasar (o dividir) para poder llegar a acuerdos con los trabajadores, cuyos pensamientos se asocian más a los del empleador que a los del sindicato dado que lo que buscan ellos es mantener su trabajo (por lo que el sindicato que busca el “no acuerdo”, sería los opuesto). 

Más adelante en la película, cuando Frank descubre los planes de despido (que entre los afectados, estaba su padre) recurre al sindicato para poder “reaccionar” ante los empleadores, aunque la táctica se igual de “agresiva” como se mostraba al principio de la película. En consecuencia, se puede interpretar que (en momentos de crisis) el sindicato es un mal necesario. 


¿Qué dice la película de los sindicalistas? 


La película muestra dos tipos de sindicalistas. La primera, la representante sindical que la caracterizan como mordaz, con una insatisfacción constante ante las propuestas de los patrones. Al principio, la muestran como una delirante comunista, cuyas propuestas son imposibles ante los intereses de los patrones y de los trabajadores. Aunque a fin de cuentas, sus ideas no son tan diferentes a lo quieren los obreros, ni mucho menos de las de sus propios compañeros sindicalistas. 

Esta caracterización de los sindicalistas tiene una perspectiva (desde el empleador) sobre los aspectos más “radicales”, dado que muestra que los intereses de los trabajadores no son los mismos que los los patrones (lo opuesto de lo que dice el patrón en la reunión). Así, el sindicalista “agresivo” que caracteriza, no es más que el sindicalista que da cuenta de la brecha entre obrero-patrón, conoce la trama planeada por el patrón y trata de advertir (y ayudar) al obrero. 

Por otro lado está el sindicalista que busca “acuerdos” con los empleadores que, si bien en la película tiene poco espacio relevante, se hace una pequeña alusión en la reunión con los patrones. Muestran como está dispuesto a ceder, sin poner al descubierto las verdaderas intenciones del empleador (como hace la representante sindical) que traer consecuencias negativas para los obreros.  

En general, los sindicalistas en la película se caracterizan por ser la voz de los intereses de los obreros. Desde la representante sindical, como la contraposición de los intereses de los patrones.Como menciona en la conversación en el descanso “No son negociaciones, son luchas. ¿Sabes dónde están ahora?-refiriéndose a los patrones- Reunidos para ver cómo nos embroman”. 



¿Qué dice la película sobre los trabajadores?



La imagen del trabajador en la película aparece en comparación (y desde la perspectiva) del personaje de Frank. Este joven, al estar como pasante en la parte en la dirección, lo ven con un aire de cierta superioridad al estar relacionado a los patrones (aunque él no se identifique así). Teniendo en cuenta esto, los trabajadores se estigmatizan como los incultos, los inferiores, a los que no le quedó más que trabajar en la parte de producción. 

Estos aspectos se pueden encontrar en distintas escenas: en primer lugar cuando Frank quiere comer en el almuerzo de trabajo con su padre, y como él es parte de la producción le dice que tiene que estar en la mesa de los ejecutivos dado que sino los empleados (sus amigos y su padre) no lo respetarán. Esto se puede interpretar como la separación entre patrones-empleados, siendo los últimos de un status inferior y menos respetable. 

Un poco más adelante en la película, cuando Frank está en el auto con sus amigos y le preguntan por lo que está haciendo en la empresa, como el no cree que les interese y no les cuenta demasiado, su amiga (empleada) le dice “Porque somos muy ignorantes para entenderlo”. Frank niega esta frase, aunque sus amigos creen que el realmente piensa que son ignorantes. De esta forma, los mismos trabajadores se distinguen como ignorantes o incultos. 

Desde el punto de vista de la representante sindical, los obreros son enemigos de los patrones (como mencione en la pregunta anterior). 

En otra escena con los amigos (en el bar), Frank tiene un pleito con un joven obrero de la fábrica, que lo caracteriza como “snob” consecuencia de que él le había respondido “... pero hablas de cosas trilladas, tonterías, con tus aires de rústico estúpido”. Nuevamente destacan la falta de formación académica y la ignorancia del obrero, en comparación con el patrón. 

En otra escena uno de los obreros amigo del padre de Frank, dice “... es la vida de mucha gente. Si puedes mejorarla mejor. Mientras tanto hay que soportarla.” refiriéndose a la vida que se lleva como obrero, siendo que no tiene otra opción.  



En conclusión, el trabajador se representa como un ignorante, consciente de su inferioridad (y en consecuencia, también productor) en contraposición con el estatus de los patrones, de quienes son enemigo y a la vez dependiente, alguien que no tiene otra posibilidad de vida fuera de esta. 


¿Qué dice la película sobre el capitalismo? 

En la película se pone de manifiesto el interés capitalista por desarrollar un individualismo competitivo en donde el marco está dado por otorgarle al capital la libertad de entrar y salir del contrato laboral. Así el mercado laboral opera de manera que el mayor desempleo presiona para que bajen los salarios de los ocupados, lo que  supone una baja de los costos laborales y una mejora de la competitividad. Se promueve la competencia entre todos para lograr una mayor productividad individual. La inestabilidad en el empleo conlleva que ante la amenaza de despido se favorezca el aumento del esfuerzo productivo.
Los acuerdos colectivos de trabajo se transforman en acuerdos individuales entre empleados y empleador, favoreciendo la posición dominante del capital empresario, quien se supone que sabe lo que conviene.
Se abre paso a una calificación profesional individual que no es el resultado de un proceso de aprendizaje colectivo sino del esfuerzo individual en el puesto de empleo específico. Se da a lugar a la tendencia de reemplazar la identidad obrera a la identidad con la empresa y el consumo. Dando lugar así a que la solidaridad no sea entre trabajadores sino con el capital que le da el empleo y con el mercado que le provee de los bienes de consumo. Es así que la responsabilidad en el éxito social está en cada uno producto del individualismo productivo.
Con la amenaza de que el capital se fuge hacia otro lado se les exige a los Estados que se les asegure los beneficios al capital.


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